Highland Montessori está conformado por un grupo de padres de familia que queremos y creemos que sí hay algo mejor para nuestros hijo, creemos en un cambio. Estamos buscando a todos aquellos que quieran sumarse a esta gran comunidad; personas que vean más allá de un precio o de la distancia para llegar a nuestro lugar; familias comprometidas con una filosofía de vida evolutiva, cambiante, en movimiento y en pro de la humanidad.
En Highland Montessori somos la semilla que germinará y dará frutos a lo largo de toda la vida de cada niño y adulto que forme parte de nuestra comunidad. Nuestra misión y compromiso es preparar el terreno donde se sembrará dicha semilla para que germine, se abone y se fortalezca en un entorno adecuado y preparado para florecer. Como familias del siglo XXI, construimos juntos una escuela para dar a nuestros hijos una preparación sobresaliente para la vida.
Nuestra escuela ofrece a nuestros niños una educación de clase mundial, junto con una educación del corazón, que nutre su autoestima, empoderamiento, creatividad personal y espíritu emprendedor.
Nos promulgamos en contra de calificar (numéricamente) y descalificar (cualitativamente) a nuestros niños, segmentar o dividir, etiquetar, competir, memorizar, premiar y castigar.
Nos declaramos totalmente a favor de reconocer a cada niño como único e irrepetible, de fomentar las relaciones de colaboración y equipo, de unir y compartir ideas y esfuerzos, razonar y entender desde lo concreto hasta lo abstracto, fomentar la libertad responsable, la independencia y la disciplina activa, estamos completamente a favor de CONSERVAR Y ENALTECER NUESTRA HUMANIDAD.
Es ahí donde realmente tenemos mínimas opciones para elegir, y únicamente los padres de familia que están verdaderamente involucrados y comprometidos con la educación dan un paso adelante para buscar algo diferente, innovador, fundamentado y diseñado específicamente para lograr dicho objetivo.
La mayoría han optado por escuelas que llevan el método tradicional porque es el único que conocen, o bien, porque al existir hoy un mundo sin límites creen que en éstas, donde todo es estructuradamente rígido, los niños se prepararán verdaderamente para la vida adulta al hacerlos obedientes, disciplinados, estandarizados y con un programa de trabajo específico para cada grado escolar.
La realidad es que un ambiente rígido y estandarizado en ningún momento los preparará para la vida del siglo XXI, simplemente porque el entorno de hoy es itinerante, en constante cambio y evolución, lleno de alternativas para elegir simultáneamente muchas decisiones. Cuando mi esposa y yo decidimos empezar el proyecto de una escuela de educación inicial para nuestros hijos pensamos seriamente, al igual que muchos padres de familia, cuál sería el mejor enfoque. Y antes de cualquier cosa, pusimos sobre la mesa primeramente la base fundamental desde nuestros lentes de Psicoterapeutas Ericksonianos que ambos somos: todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles, y tenemos todos los recursos internos que necesitamos para crecer. El reto consiste en saber rescatar dichos recursos y tenerlos al alcance cada vez que los necesitemos. En su tesis doctoral, Alexandra enaltece la importancia de unir el mundo de la psicoterapia con el mundo de la educación, haciendo una propuesta educativa que incluyera un alto contenido en la relación del ser humano con su realidad externa pero al mismo tiempo con su realidad interna: con su YO, involucrando sus pensamientos, sentimientos, creencias, sueños, ideas y recursos al mismo tiempo.
Por ello estamos seguros y proponemos que es menester que la educación del niño empiece desde una temprana edad para que su mente consiente y su mente inconsciente trabajen juntas y logren en el presente y en el futuro el correcto uso de todas la habilidades del ser humano. A partir de esto nos dimos a la tarea de estudiar los distintos tipos de educación que hay, encontrando muchas respuestas importantes en el Método Montessori, el cual antes de ser un producto terminado como tal, fue una idea, sueño, creación y pasión de una mujer llamada María Montessori. Doctora, antropóloga, filósofa, científica, madre de familia, madre soltera, empresaria, conferencista , viajera incansable, luchadora social y finalmente un parte aguas en la historia de la educación, es un ser extraordinario pues, en pocas palabras, nos hizo verdaderamente ver el tesoro de la niñez que durante años habíamos pasado por alto y desperdiciado. Ella se propuso mirar al niño, seguirlo en su naturalidad y respetarlo como un ser totalmente integrado y capaz de lograr todas las actividades que se propusiera, aprendiendo conocimientos a la par de un adulto.
Honramos la memoria de una mujer que hizo del mundo un lugar mejor para todos nosotros. Honramos la agudeza emocional y humana de una mujer que sobrepasó críticas, imposiciones, barreras y cualquier clase de obstáculo enalteciendo y tomando como estandarte el verdadero bienestar de los niños, más allá de la obediencia o de la comodidad de controlar un grupo con autoridad y rigidez. Ella se dio a la tarea de observar a cada niño como un ser único e irrepetible, para ir haciendo una vasta investigación acerca de cada movimiento, cada preferencia, cada logro, cada paso adelante que daban los niños, al mismo tiempo soltando su creatividad e intuición para ir aplicando conocimientos científicos y pertinentes que los fueran confirmando y preparando verdaderamente para la vida.
Bruno Secchi
Al igual que María Montessori, el Dr. Milton Erickson, considerado uno de los más grandes psicoterapeutas y sanadores que ha dado la humanidad, fue un pensador que desde que nació, hizo girar al mundo en una nueva dirección. A diferencia de muchos psiquiatras, terapeutas y psicólogos que veían en el inconsciente solamente un lugar para colocar lo que ya no servía ; él nos dijo que es justo ahí donde se encuentran todos los recursos del ser humano para crecer, trascender y lograr todo aquello que uno se proponga realizar.
Milton Hyland Erickson, es el nombre completo del fundador de la psicoterapia ericksoniana. Un enfoque de vida que ayuda hoy en día a millones de personas a mejorar su calidad de vida. La terapia ericksoniana es la tierra fértil donde muchas psicoterapias han encontrado el lugar ideal para nacer y desarrollarse. El Dr. Erickson decía que nunca es tarde para tener una infancia feliz, descubriendo que una etapa de la vida humana de mayor importancia es la niñez. Cuando Milton Erickson nació, su madre deseó ponerle el nombre de Hyland ya que en la historia de su familia ese nombre era otorgado únicamente a aquellos que nacieran con estrella, a los que tuvieran características especiales para destacar, para brillar y para ser alguien ejemplar. Conforme Milton fue creciendo, fueron apareciendo barreras en su contra: era sordo a ciertos tonos, tenía daltonismo y sólo distinguía el color morado, era disléxico, hacía las cosas a su manera y desafiaba lo que le dijeran los demás, como consecuencia de un ataque muy fuerte de polio quedó paraplejico sin poder mover nada excepto un poco sus labios. La familia de su madre reclamaba que por qué se le había dado ese nombre que sólo unos pocos podían portar, y su madre siempre respondía: él es un ser muy especial y tiene mucho para dar a la humanidad.
Al paso de los años, Milton Erickson superó todos aquellos obstáculos, pero más allá de eso, se convirtió en uno de los sanadores más grandes que ha dado la humanidad, sentando las bases de las terapias sistémicas, de la Programación Neurolingüística, de las terapias breves y de la hipnosis moderna. Es reconocido mundialmente por sus investigaciones, sus propuestas y la manera amorosa y respetuosa de acompañar al ser humano a recuperar su bienestar.
Highland Montessori es la alianza que conjunta a las neurociencias, la espiritualidad, la razón, la emoción, la fuerza de vida y la energía psíquica de la infancia, con el propósito de hacer que los niños entiendan que gozan del mayor tesoro que pueden llegar a tener: la certeza y confidencia de usar su inteligencia para hacer de este mundo un lugar mejor para todos.